Los analistas de Chainalysis afirmaron que, en el segmento de las criptomonedas, las empresas se enfrentan cada vez más a la necesidad de registrar e informar sobre transacciones sospechosas que puedan estar relacionadas con delitos financieros. Tales requisitos han sido durante mucho tiempo una norma para las organizaciones tradicionales, pero ahora se están extendiendo también a la criptoesfera. Un ejemplo de este tipo de actividad se considera el fraccionamiento de pagos, o pitufeo. Se trata de un método en el que los usuarios realizan múltiples transacciones por importes justo por debajo de un umbral que requiere notificación obligatoria. Por ejemplo, las transferencias repetidas de $2,9k en lugar de una única transacción pueden llamar la atención. También llama la atención un aumento repentino de la actividad conocido como aumento de velocidad. Si un usuario que antes realizaba una operación a la semana de repente empieza a operar 20 veces en el mismo periodo, esto puede requerir un análisis adicional.
Otra señal importante son las contrapartes comunes. Si varios usuarios comienzan a transferir fondos activamente a la misma dirección desconocida, esto puede justificar una investigación más a fondo. Tales anomalías pueden indicar un comportamiento potencialmente arriesgado.
Los expertos subrayaron que las bolsas de criptomonedas deberían desarrollar estrategias individuales de gestión de riesgos. Esto incluye documentar los procesos, analizar las áreas grises e identificar los pasos para responder a nuevos escenarios. El enfoque de la gestión de riesgos no puede ser único. Cada plataforma debe adaptarse para identificar y prevenir eficazmente las actividades sospechosas. Este enfoque no sólo protege la reputación de la plataforma, sino que también promueve el desarrollo de un ecosistema criptográfico seguro.
¿Error en el texto? Resáltelo con el ratón y pulse Ctrl + Entre en